Tristes verdades


Cada vez que leo cosas sobre el comportamiento humano no sé si pegarme un tiro de desesperación o montar un movimiento de concienciación, como esos que organizan los ciclistas desnudos en Madrid, para que seamos conscientes de la naturaleza a veces tan animal y egoísta de la que estamos hechos.

El ser humano es capaz de hacer cosas estupendas, no le quitemos todo su mérito, sin embargo, muchas de las cosas por las que se mueve a veces me dan asco. Supongo que hoy me he levantado reivindicativa así que haré públicas ciertas realidades que si bien no creo que vayan a cambiar la realidad, espero nos hagan reflexionar y ser más objetivos en futuras ocasiones. Allá van algunas de las realidades sobre el animal social que es el hombre, con ejemplos concretos que yo misma he experimentado, puaj puaj y puaj:
  1. Nos gusta rodearnos de gente guapa, ¿por qué? porque nos proporcionan recompensas estéticas.
  2. Apreciamos más a quienes cooperan que a quienes compiten con nosotros. Los que compiten con nosotros suponen una amenaza hacia nuestra felicidad, nuestros objetivos, nuestro hombre/mujer, nuestros sueños...el otro día vi un reportaje sobre una leona joven y una guepardo hembra, ambas carecían de madre y se habían hecho amigas. La guepardo cazó una presa pero los elefantes que andaban por la zona la amenazaban acorralándola para que se fuera de su territorio. La guepardo tuvo que huir por miedo a ser aplastada por los elefantes y abandonó su presa. Minutos más tarde, su mejor y única amiga, la leona, se comía su presa. Su amistad tuvo punto y final. 
  3. Queremos más a quienes nos halagan que a quienes nos critican. Las críticas vuelven a suponer una amenaza a nuestra integridad. Quien ponga en duda nuestras bases, nuestras creencias o peor aún, nuestras acciones o modo de vida nos hace tambalear y lo rechazamos. 
  4. Preferimos a personas que tienen opiniones similares a las nuestras porque tales personas nos ayudan a creer que nuestras opiniones son correctas. Queremos que nos repitan una y otra vez lo maravillosos que somos y las grandes ideas que hemos tenido, que nos bailen el agua básicamente. Eso si, como nos demos cuenta de que hay manipulación detrás de estos halagos, se acabó el afecto. Recuerdo haber leído no hace mucho, un libro llamado "Los ojos amarillos de los cocodrilos". En esta novela, una de las historias es la de un hombre rico que se da cuenta de que su mujer solo le quiere por el dinero y no ha sido capaz de darle el hijo que él siempre había querido. Al principio es víctima de sus falsos elogios, pero pasados los años, se da cuenta de la bruja interesada que tiene a su lado y la abandona.
  5. Queremos a las personas que nos hacen favores. ¿Y si no te soy útil no me quieres tanto?
  6. Cuanto más competente sea una persona más la querremos. Las personas necesitan estar en lo cierto y es más probable estar en lo cierto si nos rodeamos de personas muy capaces y competentes. Aun así, las personas demasiado capaces quizá nos hagan sentir incómodos porque parecen inabordables, distantes, sobrehumanos y les querríamos más si en algún momento diesen ciertos signos de flaqueza.
  7. Sentimos más afecto por personas que tienen rasgos físicos agradables que por personas con rasgos desagradables. Hace unos años di clases a unos niños, recuerdo que mi niño favorito, ¡era el más guapo de toda la clase! o al menos, así me lo parecía a mi. De hecho, era bastante tímido y había otros niños más entrañables en cuanto a carácter, sin embargo, él era mi favorito y no podía explicarlo...pues voilà. 
  8. Queremos más a quienes contribuyen a nuestra victoria que a quienes no contribuyen a ella, aunque incluso las personas que nos han hecho un favor no tuvieran intención de haberlo hecho. Pero no queremos a las personas cuyos favores parecen llevar consigo ciertas ligaduras porque coartan la libertad de quien los recibe. A las personas no les gusta recibir regalos si se espera de ellas un regalo a cambio, ni les gusta recibir favores de individuos que pueden beneficiarse con ese favor. Así que ¡atención!, los favores y las alabanzas no constituyen recompensas universales. Conseguir que alguien te haga un favor es un modo más seguro de incrementar tu atractivo, pues una persona se ha de justificar a sí misma y su favor realizado, convenciéndose de que el beneficiario es un individuo atractivo, amable y merecedor del mismo.

  9. La atracción mutua aumenta cuando las personas cooperan entre sí. Me haces un favor y automáticamente, empiezas a caerme mejor, incluso te veo más guapo/a.
  10. En las relaciones de pareja, la similitud de los atractivos entre los miembros de la pareja va a determinar hasta qué punto la relación se mantiene fuerte. Si a un hombre guapo se le presenta a una mujer guapa y se les organiza una cita a ciegas, existen muchas probabilidades de que ambos deseen verse de nuevo e intenten conocerse más a fondo. Ahora bien, si uno de ellos no considera que su pareja tiene "el mismo nivel", adiós muy buenas.
  11. Es hora de echar la culpa a Disney y a los medios de comunicación, desde pequeños aprendemos que la definición de belleza está asociada a la bondad. A los niños atractivos tendemos a darles el beneficio de la duda y a los niños menos atractivos, no se les disculpa con tanta facilidad, sus malas acciones se atribuyen a factores internos y se cree que no van a cambiar. A los atractivos les damos segundas oportunidades, pensamos que su metedura de pata ha sido puntual.
  12. En el mundo de los negocios, ¿tu jefe es atractivo y vende más? No es casualidad. Ya he comentado que el hecho de tener a alguien atractivo enfrente nos produce un placer gratuito, el de la recompensa estética.
  13. El tema del atractivo físico llega hasta los juzgados. Cuando son delitos menores, los jueces/policías son mucho más indulgentes con hombres y mujeres con atractivo físico. Lo que faltaba, si vas a hacer algún acto de vandalismo, más vale que seas medio mono, por si te pillan...
Somos a veces de lo peorcito... y, sin embargo, como ya he dicho, también somos capaces de hacer cosas estupendas, a disfrutar:






Comentarios

  1. la gente guapa, que vende... pero todo tiene un límite...

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