Corazones

Escribí esto en 2013 y hoy te doy las gracias Jonas, por haberme curado todos estos sentimientos que experimenté en un periodo de mi vida. Mi corazón ha encontrado una casa en la que echar raíces. Gracias por quererme cada día.

Este corazón cansado de (tantos) vapuleos,
este corazón que no termina de acostumbrarse a la soledad,
este nudo en la garganta tan intenso como su recuerdo.

Lágrimas anticipadas
por el miedo a otro temblor de mis entrañas.
Corazón de hospital en sala de espera,
que recuerda tan vivamente cada detalle de aquellas vibraciones,
melancólico y sorprendido por su capacidad de recordar cada sensación.

¿Cómo expresar este sentimiento de grietas tan profundas en una tierra tan jóven?

¿Acaso tiene algún sentido este puzzle de piezas que no encajan?

Un corazón que se emociona, que aunque muy altivo en ocasiones
tiene tanto miedo a ser roto de nuevo...
Un corazón suicida que una y otra vez se lanza al precipicio
arrepentido superficialmente por haber saltado rápido de nuevo,
sin el arnés a ese fuego que todo lo quema, y todo lo destruye.

Un amor rojo pasión, con y sin miedo que tras tantos golpes se ha vuelto loco.
Que cree que es fuerte y se protege pero que a la mínima duda de rasguño lloriquea por dentro.

Porque este corazón loco ya va sin riendas y anda buscando un dueño que lo calme.

Este corazón que grita, aúlla, llora, sonríe y ama, no sabe hacer otra cosa que querer a quien no le ama.

Y ya mis piernas no aguantan más golpes a este corazón incansable...un corazón que galopa.

Pido a Dios que nunca calme el fuego que hace vibrar este cuerpo que habito pero que encuentre un hogar en el que refugiarse.


Comentarios

Entradas populares de este blog

La ansiedad que nos pesa y la que nos hace crecer

Busco sensaciones

Se busca inspiración