Hay días...

¡Hola!

Sé que no escribo en el blog desde hace mucho tiempo, más del que debería haber pasado. Y a pesar de que muchos me habéis animado a escribir durante estos meses de ausencia (¡Gracias!), no es sino ahora que reúno las fuerzas y el equilibrio necesario para poder hacerlo.

Para escribir como para hacer tantas otras cosas necesitamos energía. En ocasiones esa energía que nos embarga es muy positiva, como cuando nos ilusionamos con algo; otras veces, es negativa, como cuando sentimos envidia y actuamos en dirección a conseguir calmar esa ansiedad que nos provoca sentirnos por detrás de la persona o cosa envidiada. A pesar del cariz del tipo de energía, todas son motivadoras para llevar cabo determinadas acciones. Sin embargo, hay días, semanas, meses...rachas en definitiva, en los que impera guardar esa energía para destinarla a asuntos que demandan más de nosotros mismos, esa energía que en un futuro crecerá, se multiplicará para devolvernos al equilibrio mental necesario para tomar decisiones inteligentes que nos lleven a alcanzar nuestro desarrollo personal más deseado, ese que sólo nosotros sabemos, nuestra propia punta del iceberg en la pirámide de Maslow.

Una de las temáticas que ha estado rondando mi cabeza desde hace algún tiempo es la "Inteligencia Emocional". En la actualidad se habla de ocho tipos de inteligencia: lingüística, lógico-matemática, espacial, musical, corporal-cinestésica, intrapersonal, interpersonal y naturista. Para más información sobre las mismas: http://es.wikipedia.org/wiki/Teor%C3%ADa_de_las_inteligencias_múltiples

Como podéis observar, bajo ninguna de estas reconocidas tipologías de inteligencia se hace referencia a la inteligencia emocional. Sin embargo, es igual de importante si no más que las demás, según mi opinión, para desenvolvernos en la vida y conseguir la ansiada y platónica felicidad.

Me imagino que habréis oído hablar de Daniel Goleman, un psicólogo y periodista californiano, que escribió "el libro" sobre inteligencia emocional. Según Goleman, la inteligencia emocional incluye habilidades como "ser capaz de motivarse y persistir frente a decepciones; controlar el impulso y demorar la gratificación, regular el humor y evitar que los trastornos disminuyan la capacidad de pensar, de mostrar empatía y abrigar esperanzas".
Por favor, releed cada frase y pensad cuántas veces no habéis controlado vuestros impulsos, y derivado de ello os habéis sentido frustrados ante una respuesta inesperada por parte del prójimo; o cuántas veces habéis esperado una recompensa inmediata y os habéis vuelto a hundir por no recibirla en el tiempo que estimabais o por ni siquiera haber llegado a recibirla nunca. 
No podemos permitirnos sufrir tan gratuitamente. Sobre todo no podemos dejar en manos de los demás nuestra propia estabilidad. Y eso es lo que hacemos cuando nos dejamos llevar por nuestras emociones. La inteligencia emocional viene definida con un sin fin de habilidades, que siendo fáciles de explicar, no son fáciles de llevar a cabo. Las más destacables son:

Autocontrol, entusiasmo, perseveranciacapacidad para motivarse a uno mismo.


La mayoría de las veces, sobre todo cuando somos jóvenes e inexperimentados, a la mayoría nos encanta dejarnos llevar por las emociones porque es una idea más romántica de vivir la vida. "He hecho esto porque me ha salido de dentro..." y como creemos que estamos siendo fieles a nuestros instintos y nuestros corazones justificamos cualquier comportamiento, por muy dolorosas que sean sus consecuencias. 

¡ERROR! 

El hombre no ha llegado tan lejos por haberse dejado llevar únicamente por sus emociones. Lo que nos diferencia de los animales es el uso de la razón, no tenemos garras como los tigres, ni escamas como los reptiles o los peces que nos protejan de las superficies punzantes, sin embargo, tenemos algo mucho más poderoso, algo que bien utilizado puede llevarnos a alcanzar la plenitud. 
No hay duda de que las emociones pintan la vida con colores más vivos que la razón, pero como también sabréis, los extremos nunca son buenos, y cuando se llega a la cima emocional, por ejemplo cuando estamos enamorados, hay que saber que se está en zona de peligro, pues tan alto como subas emocionalmente tan bajo puedes llegar a caer.  

Es el momento de plantearse si quizá unos colores más suaves te darán una felicidad mucho más plena y duradera que la suministrada por dar rienda suelta a tus sentimientos. Con esto no pretendo robar vuestras ilusiones, ni vuestros más ansiados ideales, esos siempre permanecerán con vosotros mientras  estéis sanos psicológicamente, siendo posible su transformación con la edad y la madurez, pero nunca efímeros. 

La pregunta clave que deberíamos plantearnos es la siguiente: 

¿Cómo podemos proporcionar inteligencia a la emoción?

No existe una única receta, régimen a seguir o consejo aplicable a todos porque cada individuo es diferente. La herencia genética nos ha bendecido con un determinado bagaje emocional que determina nuestro temperamento, pero los circuitos cerebrales implicados en la actividad emocional son tan extraordinariamente MALEABLES, gracias al aprendizaje y a las experiencias vividas sobre todo durante la niñez y la adolescencia, que no podemos afirmar que el carácter determine nuestro destino. Sin embargo, se trata de alcanzar un conocimiento interno exhaustivo en el que cada uno observe cuales son las situaciones que le han hecho sufrir. Para ello es necesario mirarnos al espejo y reconocer nuestras características personales, cómo sentimos, qué hacemos para conseguir nuestros objetivos, si somos expresivos, si por el contrario nos guardamos todo...  Estúdiate y estudia a los demás. Eso no significa convertirnos en manipuladores por saber de qué forma y en qué medida hay que tratar a cada uno, se trata de aprender a resolver conflictos de manera que no salgamos malparados emocionalmente. Contrariamente a lo que me diría algún amigo loco, creo que si nos dejásemos llevar únicamente por las emociones, iríamos cuesta abajo y sin frenos...preparad el doctor, los mimos de vuestros familiares y algún antidepresivo si la torta ha sido muy grande para levantaros de nuevo.

No se trata de que nos convirtamos en autómatas guiados únicamente por la razón, se trata de que gestionemos la expresión de nuestras emociones

Tengo muchos temas impresionantes para vuestros oídos, que he acumulado en todos estos meses, pero poco a poco iréis descubriéndolos porque pienso escribir más a menudo ;)




Besos y perdonad por mi ausencia...




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