OUCH!

"¡Qué buen día hace hoy... dan ganas de volaaaaar!" Qué alegre ilusión fue ver ayer a todas las personas que volvieron a la Puerta del Sol para manifestar su descontento por la situación que vive el país. No sólo "los malos estudiantes", como afirma algún medio de comunicación, somos los que compartimos este sentimiento. Y tampoco reina un único color ideológico allí dentro, para los que les guste generalizar. No me quiero meter en camisas de once varas porque además cada uno se queja de sus propias dolencias, y es posible que no me duela tu muela, pero me molesta, me entristece que te duela, y soy hostil contra aquellos que no te han ayudado, ni ahora ayudan a curártela.



En realidad, hoy quería hablaros sobre la hostilidad, una emoción muy relacionada con la ira pero mucho más sutil que ésta otra porque no viola las normas sociales. Y mientras reflexionaba sobre lo que esta emoción conlleva y lo que viví ayer en Sol, he pensado que quizá podría haber sinergias entre ambas temáticas. 

Desde ya os advierto que esto de la hostilidad es algo cansado y además afecta a la salud de forma severa. Ahora bien, el saber no ocupa lugar y nunca está de más aprender qué es eso de la hostilidad, y a detectar por qué y cuando somos hostiles con los demás.

Estaba yo hace un par de semanas en mi casa discutiendo con un miembro de mi familia cuando me dijo algo que me hizo reflexionar muchísimo. Me dijo: -Lucía, cuando sientes que los demás te contradicen en algo sobre lo que tú estás completamente convencida, reaccionas atacando donde más duele...¡ouch!
Aquello me impactó. Primero, porque no fue un gran halago y segundo, porque no es de buena persona actuar así. Me encerré en mis pensamientos y empecé a leer mi libro de psicología de la emoción. De forma aleatoria, empecé a leer sobre la emoción de hostilidad y parecía que los dioses hubiesen controlado mi mente cuando decidí abrir el libro por la página 147...describía exactamente la reacción que había estado experimentando toda esa tarde con mi querido hermano.
   
He leído muchas definiciones de hostilidad pero creo que la que más me convence es la siguiente:  "Devaluación del valor y de los motivos de los otros, una expectación de que los otros están equivocados, una perspectiva de estar en oposición hacia los otros, y un deseo de infligir daño o ver a los otros como dañinos". Y no sé por qué esto me recuerda a lo que acontece entre los que se lanzan piedras desde un lado y el otro del río separatorio entre el rojo y el azul, digo, entre el bien y el mal, digo...entre los distintos colores del arco iris político más empobrecido de toda la historia. ¡Pero si en Madrid no hay río aunque nos empeñemos! Qué cosas dices Lucía...

¿Qué es lo que desencadena la emoción de hostilidad? El proceso de estrés provocado cuando nuestro cerebro detecta condiciones aversivas por parte de otros. Es posible que a los cabezotas como yo, nos invada esta emoción con más frecuencia que a las personas más flexibles (¡qué suerte!), porque lo que nos ocurre al resto de los mortales es que percibimos a aquellos elegidos que misteriosamente nos violentan, como una fuente frecuente de provocación, maltrato y frustración, y como consecuencia, les despreciamos asumiendo la creencia de que no merecen la confianza ni el respeto. 

Normalmente, conocemos a las personas que nos rodean y sabemos su opinión acerca de determinados temas. La hostilidad precisamente aparece porque anticipamos las respuestas de los demás, y sabemos que determinados temas son desencadenantes de una actitud hostil entre los unos y los otros. Mejor volvéis al tema de las películas y pasáis una velada tranquila ¿no? 

Las personas hostiles despliegan un estilo cognitivo caracterísitco, atribuyen intenciones hostiles a las acciones de los otros, de tal forma que los perciben como potencialmente amenzantes, y muestran una atención selectiva y un procesamiento negativo de la información de los otros. Así que, aunque suavices tus argumentos respecto a  un tema, el mensaje será igualmente recibido como hostil y amenazante; tu "contrincante" no será capaz de darse cuenta de que has rebajado el tono de tus opiniones y se enfrascará en una actitud contraria a ti, como los caballos con orejeras. Además, la función de esta emoción es la de reaccionar con un impulso que elimine o dañe al agente que provocó aquel sentimiento displacentero, de manera que cuanto más hundas a tu oponente, de la forma que sea (la peor, la menos inteligente, la más perjudicial y a la vez la más fácil : atacando por el aspecto personal), mayor será tu sentimiento de regocijo.

La hostilidad es una actitud que puede permanecer en el tiempo sin que se repita la estimulación que la propició. Así, puedes percibir a "x" partidos políticos o a "x" personas como amenazantes aunque no te dirijan la palabra en cinco años. El cerebro tiene memoria selectiva y más para este tipo de emociones.

Mira Chechu, además no te viene nada bien para tu salud: provoca hiperactividad cardiovascular y mayor riesgo a desarrollar arterioesclerosis, manifestaciones cardíacas agudas, elevaciones de la tensión muscular general, aumentos en la frecuencia respiratoria...y toda una sarta de palabrotas que mejor ni pronunciarlas, pero que en definitiva te hacen más propenso a sufrir un infarto de miocardio. 


La gente que te quiere, tu familia y buenos amigos, no te va atacar con la intención de hacerte daño, así que no te pongas las famosas orejeras y escucha, abre tu mente, solamente te están dando otra opinión, igual de válida que la tuya, así que sé tolerante con ellos, quizá detecten cosas buenas e importantes para ti. 

Algún día tendré que hablar de inteligencia emocional...

Os propongo un temazo musical para esta tarde de domingo. 
Buena semana.



Lucía




Comentarios

  1. Aquí no hay río, hay playa.
    Maravilloso, como siempre, y me ha venido al pelo. Sigue así!

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  2. No se si lo he acabado de entender ni de leer :P
    Mañana comentamos!

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  3. Todos tenemos esa persona que nos hace saltar diga lo que diga... No es nadie de tu familia, sino un amigo o conocido con el que no puedes y no sabes exactamente por qué. No sabes si es así de verdad, si es así contigo o si lo es con todo el mundo, pero es que te saca de tus casillas!
    Algún consejo para superar esta situación? O al menos llevarla con la menos hostilidad posible?

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  4. Hostilidad, también porque alguien o algo me atemoriza? O porque siento que compite mas eficazmente que yo y me supera?

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  5. Bua muy heavy... Exactamente de lo q te estaba hablando hace 10 minutos por whats app! Me encanta que ahora encima tenga nombre y explicación "científica".. Enhorabuena una vez más.

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