Estamos cambiando el mundo
Últimamente, no hago más que escuchar y leer opiniones de
amigos/as o conocidos/as que hablan sobre un cambio social, sobre nuevas formas
de pensar y de hacer. Para mí, y creo que para quienes hablan de cambio, todo
se consigue desde la educación: una nueva educación para nuestros hijos. Muchas veces cuando buceo por internet,
también encuentro blogueros o columnistas de periódicos de mucha y poca monta
que corroboran esta nueva corriente de pensamiento. El libro de Ken Robinson: "The
Element" es ya la gota que colma el vaso, un delicioso libro para
aquel que todavía tenga miedo a desarrollar sus pasiones y necesite un
empujoncito. Es un gustazo escuchar hablar a gente con ganas, empiezo a vislumbrar una pequeña luz dentro de esta
nebulosa en la que estamos sumergidos actualmente, especialmente en
España. Y me pone muy contenta lo que leo y escucho porque quiere decir
que
el cambio ya está aquí. No habrá calado aún en todo el
planeta, (siempre hay regiones marginadas, África, aunque también el barrio más
pijo y el más pobre de Madrid) pero desde luego, ya empieza a aflorar (ya que
estamos en el mes de mayo...) y se nota.
Siento que mi generación está entre dos aguas, entre lo que constituye
la generación de nuestros padres: una generación de mucho sacrificio que nos ha
acostumbrado a lo mejor y nos ha brindado todo y más (viajes, idiomas, una
"buena educación"...), y la nueva realidad, una generación que
empieza a no conformarse con nada, que busca más allá, que se salta las normas
sociales establecidas en épocas anteriores (sin faltar a la autoridad) y que
responde al individualismo atroz en el que vivimos actualmente, un
individualismo bastante criticable para mi gusto pero también digno de alabanza,
porque nos ha permitido enfrascarnos en nosotros mismos para reflexionar más y
más rápido que nuestros padres.
¡Gracias por esos viajes! Porque me han permitido conocer a
gente que hablando otro idioma piensa igual que yo, que siente que lo
convencional no le convence, que el famoso camino del que siempre hablo no le
hace feliz...
Somos una generación ni tan conformista ni tan sufridora
como la de nuestros padres, somos una generación renovada, con los vicios de la buena vida que nos ha brindado el
esfuerzo de nuestros padres (y las compañías low cost), pero que por primera
vez se plantea:
¿qué me gusta, qué me apasiona, qué me hace feliz...? y aunque queridos, llegamos un poco tarde porque nuestro
cerebro aunque aún maleable no lo es tanto como el de aquel niñito que nacerá
mañana, somos la generación
del cambio y el mundo nos lo agradecerá. Y
nosotros a nosotros mismos, yo ya me lo estoy agradeciendo...
Y es duro, es duro luchar y pensar así porque todavía quedan
muchos rezagados que por una mezcla entre su propio carácter y la educación que
han recibido, nos pondrán trabas y dirán que eso no es ser realista, que eso no
está bien, que hay que limar el carácter.
Pero podré un breve ejemplo sobre lo que ha sido la
educación hasta día de hoy para aquellos que todavía se resisten a aceptar que
la educación que hemos recibido, lamentablemente no ha sido la mejor:
Si en el colegio se te daban bien las matemáticas o la
lengua, eras considerado por tu entorno como una persona inteligente...ahora
bien, como te dedicases en las clases a dibujar cosas increíbles, sin ser un
brillante alumno en el resto de asignaturas "importantes",
probablemente fueras para el sistema una persona mediocre. Como nunca
explotaste esa faceta artística, y tus padres no te apoyaron tampoco a
explotarla, te viste en la obligación de escoger una carrera que tampoco te
apasionaba porque "de algo hay que vivir". Es posible que pasados los
años te plantees qué has hecho con tu vida y quizá te arrepientas de no haberte
apuntado a clases de pintura cuando todavía no tenías obligaciones
infranqueables.
Por otro lado, si eras muy bueno con las matemáticas y
encima estudiaste una ingeniería porque te apasionaba, no sólo eres un
triunfador porque has terminado haciendo lo que te gustaba, sino que además,
serás un triunfador social.
Tristemente, la sociedad en que vivimos nos pone límites, y
algunos son buenos, pero estos no.
La verdad es que estoy envidiosa de las nuevas generaciones
porque tendrán unos padres (nosotros) que han sufrido el conformismo y las
ataduras pero que ya estarán libres de pecado en cuanto a cortar las alas de la
creatividad a nuestros hijos se refiere, así que por favor: ¡empecemos por
plantearnos desde ahora nuestras verdaderas pasiones, porque sólo
haciendo aquello que nos gusta, no sólo nos sentiremos más felices y
realizados, como dice Maslow, sino que igual hasta llegamos a ser buenos en
ello!
Espero que disfrutéis de estas imágenes espectaculares.
Lucía
Artículo muy esperanzador, no puedo estar más de acuerdo. ¡Por cierto, enhorabuena por tu blog!
ResponderEliminarDLT
Qué bien escribes Lilu! Muy de acuerdo bueno... ya sabes! Enhorabuena!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, aunque me falta la referencia a la generación ni-ni, jóvenes que viven de sus padres, sin aspiraciones ni motivaciones... Te dejo una reflexión ¿A qué se debe esta polarización de los jóvenes de hoy?
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